En su primer mensaje publicado con ocasión de la Jornada Mundial para las Comunicaciones Sociales a celebrarse el 28 de mayo de 2006, el Papa Benedicto XVI señaló que el papel de los medios no debe ser el de manipular –especialmente a los jóvenes– sino educar y servir.
El mensaje, tradicionalmente publicado en este día, coincidiendo con la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, se titula “Los medios: red de comunicación, comunión y cooperación”.
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En el mensaje, el Pontífice reconoce que “los avances tecnológicos en los medios han conquistado en cierta medida tiempo y espacio, permitiendo la comunicación tanto instantánea como directa, aun cuando las personas están separadas por enormes distancias”.
El Pontífice destacó sin embargo que “el llamamiento a los medios de comunicación de hoy a la responsabilidad, a ser protagonistas de la verdad y promotores de la paz, supone numerosos desafíos”; porque “aunque los diversos instrumentos de comunicación social facilitan el intercambio de información, ideas y entendimiento mutuo entre grupos, también están teñidos de ambigüedad”.
El Papa denuncia que “algunas tendencias dentro de los medios engendran una forma de monocultura que oscurece el genio creador, reduce la sutileza del pensamiento complejo y desestima la especificidad de prácticas culturales y la particularidad de la creencia religiosa. Estas distorsiones se dan cuando la industria de los medios se reduce al servicio de sí misma o funciona solamente guiada por el lucro, perdiendo el sentido de responsabilidad hacia el bien común”.
Apoyar a la familia
Benedicto XVI destaca que “se debe garantizar siempre una información precisa de los eventos, la explicación completa de los hechos de interés público y la presentación justa de los diversos puntos de vista”; y subraya especialmente “la necesidad de sostener y apoyar la vida matrimonial y familiar que es de particular importancia, precisamente porque se relaciona con el fundamento de cada cultura y sociedad”.
El Papa recordó luego las tres condiciones indicadas por el Papa Juan Pablo II necesarias para el servicio que los medios deben prestar al bien común: formación, participación y diálogo.
No manipular, educar
“Precisamente porque los medios contemporáneos configuran la cultura popular, deben superar toda tentación de manipular, especialmente a los jóvenes, y tratar, por el contrario, de educar y servir”, escribe el Santo Padre. “De este modo, protegen en vez de erosionar el tejido de la sociedad civil, tan valioso para la persona humana”, agrega.
El Papa recordó además que los medios “son un bien destinado a toda persona. Como servicio público, la comunicación social requiere un espíritu de cooperación y co-responsabilidad con escrupulosa atención en el uso de los recursos públicos y en el desempeño de los cargos públicos, incluyendo el recurso a normas de regulación y a otras medidas o estructuras diseñadas para lograr este objetivo”.
El Papa concluye con un tono optimista:
“Estoy convencido de que un serio esfuerzo para promover esas tres condiciones, redundará en beneficio del sólido desarrollo de los medios como una red de comunicación, comunión y cooperación, ayudando a los hombres, mujeres y niños. Esto facilitará que los medios presten más atención a la dignidad de la persona humana y a que sean más responsables y abiertos a los demás, especialmente a los miembros más necesitados y débiles de la sociedad”.
“¡Rompamos juntos los muros divisorios de la hostilidad y construyamos la comunión de amor según los designios que el Creador nos dio a conocer por medio de su Hijo!”, concluye el Santo Padre.
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