De visita en un centro docente de la ciudad andaluza de Jaén, el Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que en un país aconfesional como España “no hay ninguna moral ni ninguna religión que se pueda imponer en las leyes” y arguyó que la fe debe restringirse al ámbito privado.
En la conversación que mantuvo con un grupo de alumnos del instituto Jabalcuz, el jefe del Ejecutivo reiteró que a la fe no le corresponde derechos en el ámbito público y que solo atañe al ámbito privado. “La fe no se legisla, la fe es algo de cada uno, y se legisla desde una óptica que, en mi opinión, tiene que ser en democracia el extender al máximo los derechos individuales y reconocer al máximo la pluralidad que una sociedad tiene”, declaró.
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Después de reconocer que España tiene una relación con la Iglesia Católica “de gran consideración”, y que la Constitución precisa la relación singular con ella, Rodríguez Zapatero rechazó lo que, a su juicio, son “imposiciones” de los valores religiosos y morales en las leyes.
“Lo que tiene que estar muy claro es que un país aconfesional es un país en el que los valores cívicos, desde todos los puntos de vista, establecen que no hay ninguna moral ni ninguna religión que se pueda imponer en las leyes”, afirmó.
Se debe “extender al máximo los derechos y reconocer la pluralidad de todo tipo”, de modo que “ninguna fe religiosa pueda imponer sus tesis en la convivencia”, precisó más adelante.
El Presidente declaró que las leyes tienen que respetar todas las confesiones religiosas y deben tener en cuenta las mayoritarias. Sin embargo, insistió en que ni en la educación ni en las leyes civiles se debe traspasar concepción moral alguna.
Al insistir en su tesis de la no “imposición” de ninguna fe en la convivencia civil, Rodríguez Zapatero explicó que ante la enseñanza de la asignatura de Religión, el Gobierno ha optado por que todos los alumnos tengan derecho a estudiarla, pero de forma voluntaria.
cuestión individual, de fe, absolutamente respetable y que no debe ser evaluable