Al referirse al inicio del tiempo ordinario en la Liturgia de la Iglesia, el Papa Benedicto XVI alentó a los cristianos a no dejar nunca de buscar y encontrar a Cristo en la vida, especialmente en los momentos difíciles.
“La belleza de este tiempo está en el hecho que nos invita a vivir nuestra vida ordinaria come un itinerario de santidad, y por tanto de fe y de amistad con Jesús, constantemente descubierto y redescubierto como Maestro y Señor, Camino, Verdad y Vida del hombre” dijo el Santo Padre.
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Comentando el Evangelio de este domingo, referido al encuentro de los primeros discípulos con Jesús, el Pontífice destacó que “ellos se quedaron tan impresionados en las pocas horas transcurridas con Jesús, que inmediatamente uno de ellos, Andrés, le dijo a su hermano Simón diciéndole: ‘hemos encontrado al Mesías’”
“He aquí dos palabras clave: ‘buscar’, ‘encontrar’.”
El Pontífice sugirió “extraer de la página evangélica de hoy estos dos verbos y recoger una indicación fundamental para el nuevo año, que queremos sea un tiempo en el cual podamos renovar nuestro camino espiritual con Jesús, en la alegría de buscarlo y de encontrarlo incesantemente”.
“Ser discípulo de Cristo: esto le basta al cristiano”; continuó el Pontífice; y destacó que “la amistad con el Maestro asegura al alma paz profunda y serenidad incluso en los momentos oscuros y en las pruebas más arduas”.
“Cuando la fe se introduce en noches oscuras, en las cuales no se ‘siente’ y no se ‘ve’más la presencia de Dios, la amistad de Jesús garantiza que en realidad nada puede separarnos de su amor”, prosiguió.
“Buscar y encontrar a Cristo, fuente inagotable de la verdad y de la vida: la palabra de Dios nos invita a retomar, al inicio de un nuevo año, este camino de fe que jamás concluye”, dijo Benedicto XVI; para concluir: “Para el creyente siempre es una incesante búsqueda y un nuevo descubrimiento, porque Cristo es el mismo, hoy y siempre, pero nosotros en el mundo, en la historia no somos nunca los mismos, y el viene a nuestro encuentro para darnos su comunión y la luz de la vida”.