El Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Mons. Roberto Lückert León, explicó que el impedimento de los sacerdotes para hacer política partidista no significa que no puedan pronunciarse sobre hechos que afectan al bien común, y que decir lo que está mal no equivale a querer tumbarse al Gobierno.
“La Conferencia Episcopal no está para tumbar gobiernos, pero sí está para alertar y hacer tomar conciencia de que las cosas que andan mal hay que decirlas”, afirmó.
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En declaraciones a Unión Radio, el Prelado indicó que en lo personal no hará “política en contra del gobierno del Presidente Chávez”. Sin embargo, le recordó al Mandatario que su prioridad es el bienestar de los venezolanos y no los ciudadanos de otros países.
Aclaró que aunque está bien promover la caridad con los hermanos de otros países, primero se vela por la propia población.
“Hay que recordar el aforismo que dice ‘claridad en la calle y oscuridad en la casa’, en este caso el Presidente de la República, Hugo Chávez, quiere ser un líder continental y está intentando resolver todos los problemas económicos de los demás pero no está resolviendo los problemas de los venezolanos”, dijo en referencia a los recursos que destina a otros países, entre ellos Argentina.
Con respecto a la medida que el Gobierno lanzó contra el diario Tal Cual, por publicar una carta que el humorista Laureano Márquez dirigió a la hija de Chávez, Mons. Lückert advirtió que “forma parte de una de las etapas de este proceso, (que) es la etapa del miedo, para que luego concluyamos en la última etapa que será el silencio”.