La Comunidad Homosexual Argentina (CHA) ha seguido presionando a inicios de este año para que siga adelante una querella planteada en febrero de 2004 contra el Arzobispo de Mercedes-Luján, Mons. Rubén Di Monte, por supuesta “discriminación” al pronunciarse contra la homosexualidad mediante la lectura de pasajes del Nuevo Testamento.
La CHA denunció al Prelado porque en su homilía del 7 de agosto de 2003 recordó que las prácticas homosexuales van contra los designios de Dios. “Se intenta que los ministros de las distintas confesiones cristianas, a veces ya demasiado precavidos, se callen”, señaló Notivida.
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El informativo recordó que la legislación argentina no prevé “la discriminación por orientación sexual”. Sin embargo, el Senado aprobó el 30 de noviembre pasado una modificación a la ley Nº 23592, para “incluir discriminación por orientación sexual e identidad de género”.
De aprobarse, los jueces podrán tomar medidas de oficio y clausurar sitios de internet o aplicar la censura previa.
Asimismo, Notivida dijo que “la situación en Argentina será similar a la de otros países: se censurará la predicación religiosa; será delito oponerse a que los chicos de una escuela reciban clases de ‘orientación sexual’ con material gráfico”.
Incluso, señaló en su artículo, “un homosexual que no sea admitido en un seminario –conforme a la reciente instrucción vaticana– podría iniciar querella judicial”.