Un Tribunal de Derechos Humanos de Vancouver definiría al sadomasoquismo como otra “orientación sexual” respetable, según informa el Vancouver Sun del 30 de diciembre.
La decisión respondería al caso de Peter Hayes, un individuo que se autocalifica como “pagano” y acusa a la policía de haberlo discriminado por negarle la licencia de conducir al estar involucrado en el submundo del “bondage, (una práctica sexual que consiste en tratar como esclavo a una de las partes atándola), disciplina, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo (BDSM)”.
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Según el informativo LifeSiteNews.com, Hayes ha acusado a la policía de Vancouver por discriminarlo ilegalmente por su afición y participación en el BDSM. Hayes afirma que perdió un potencial trabajo como chofer de limosina cuando la policía no le quiso otorgar el permiso y por esa razón ha llevado su caso al Tribunal de Derechos Humanos.
Lindsay M. Lyster, del Tribunal, escribió una decisión preliminar de 18 páginas en la que afirma que la queja puede seguir adelante. Indica que, si bien no entiende “la naturaleza precisa del tipo de vida del Sr. Hayes, sus prácticas y preferencias”, considera que deben ser investigadas para determinar si se encuentran en la esfera de la definición de una orientación sexual y por lo tanto dentro de la protección de las leyes de derechos humanos.
Lyster escribe que no entendió el significado “de las partes, cuando utilizan el término BDSM y otros relacionados”. A pesar de ello, cree “que Mr. Hayes sufrió un impacto adverso como resultado de las acciones de los acusados, al negársele el permiso y por lo tanto haber perdido la oportunidad de trabajo”.
Lyster también opina que el Tribunal debe recurrir a “expertos” que brinden su opinión para decidir si los intereses de Peter Hayes pueden ser considerados una “orientación” respetable. Dada la voluntad de los expertos para aprobar cualquier tipo de conducta sexual, considerada en el pasado como enferma o peligrosa para generaciones anteriores, Gwen Landolt, abogada y directora de Real Women of Canada (RWC), opina que una nueva desviación sexual estaría a puertas de recibir protección legal en el país.
La abogada recuerda que no existe una definición del término “orientación sexual” en la ley canadiense que pueda usarse para defender cualquier desviación sexual. “Ese fue un asunto grande cuando comenzó a aparecer en la legislación. ‘Orientación’ fue un término que quedó abierto de modo que se podría incluir la pedofilia, el bestialismo o cualquier cosa que cualquiera quisiera en él”.
“Esta ha sido la meta del movimiento homosexual desde el inicio: Extirpar del código penal canadiense todo lo que tenga que ver con moral sexual, y su método favorito para ello es recurrir a los Tribunales de Derechos Humanos. Estos tribunales no funcionan de acuerdo a les evidencias ni tampoco de acuerdo al debido proceso de las cortes regulares”, precisa la abogada.
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