Al comentar el Salmo 137 ante 20 mil personas reunidas en la Plaza de San Pedro para la Audiencia General, el Papa Benedicto XVI dijo que Dios defiende a los pobres y pequeños, y destacó que Dios no abandona al cristiano en medio de las pruebas y dificultades cotidianas.
En el salmo, explicó el Santo Padre, “el orante está seguro de que el ‘nombre’ del Señor, es decir su realidad viva y fáctica y sus virtudes de fidelidad y misericordia son el apoyo de toda confianza y de toda esperanza”.
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“El salmista extiende su mirada a todo el mundo e imagina que su testimonio llega a todo el horizonte: Todos los ‘reyes de la tierra’ se asocian al orante judío en una alabanza común en honor de la grandeza y la potencia soberanas del Señor”, agregó.
Los temas de esta alabanza coral, precisó el Papa, son “la gloria y los caminos del Señor. Descubrimos que Dios es ciertamente ‘excelso’ y trascendente, pero ‘mira a los humildes’ con afecto mientras aleja de sí al soberbio”.
“Dios decide, por tanto, ponerse al lado de los débiles, de las víctimas, de los últimos: Esto se hace saber a todos los reyes para que conozcan cuáles deben ser sus opciones en el gobierno de las naciones”, señaló el Pontífice.
Benedicto XVI destacó luego que, hacia el final del salmo, se implora la ayuda de Dios para las pruebas que reservará la existencia y se habla de la ira de los enemigos. “Un símbolo de las hostilidades que puede afrontar el justo durante su camino en la historia”.