En un discurso dirigido a los Presidentes de la Comisiones Episcopales para la Familia y la Vida de América Latina, el Papa Benedicto XVI urgió a América Latina a defender la vida y la familia ante las crecientes amenazas culturales y políticas.
En el discurso en español dirigido a los obispos convocados por el Pontificio Consejo para la Familia que preside el Cardenal Alfonso López Trujillo, el Santo Padre destacó “la solicitud con que el Papa Juan Pablo II se entregó a este tema tan importante. Por mi parte, asumo esta misma preocupación que afecta en gran medida al futuro de la Iglesia y de los pueblos, ya que, como afirmaba mi Predecesor en la Exhortación Apostólica Familiaris consortio, ‘¡el futuro de la humanidad se fragua en la familia!”.
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El Papa agradeció a los obispos latinoamericanos “vuestra solicitud pastoral en el intento por salvaguardar los valores fundamentales del matrimonio y de la familia, amenazados por el fenómeno actual de la secularización que impide a la conciencia social llegar a descubrir adecuadamente la identidad y misión de la institución familiar, y últimamente por la presión de leyes injustas que desconocen los derechos fundamentales de la misma”.
“Vuestro deber de Pastores –siguió el Pontífice- es presentar en toda su riqueza el valor extraordinario del matrimonio que, como institución natural, es ‘patrimonio de la humanidad’. Por otra parte, su elevación a la altísima dignidad de sacramento debe ser contemplada con gratitud y estupor”.
En clara referencia a otro tipo de uniones que buscan ser equiparadas al matrimonio, el Papa Benedicto destacó que “el amor y la entrega total de los esposos, con sus notas peculiares de exclusividad, fidelidad, permanencia en el tiempo y apertura a la vida, está en la base de esa comunidad de vida y amor que es el matrimonio”.
“Hoy es preciso anunciar con renovado entusiasmo que el evangelio de la familia es un camino de realización humana y espiritual, con la certeza de que el Señor está siempre presente con su gracia”, continuó el Santo Padre, y advirtió que “este anuncio a menudo es desfigurado por falsas concepciones del matrimonio y de la familia que no respetan el proyecto originario de Dios. En este sentido, se han llegado a proponer nuevas formas de matrimonio, algunas de ellas desconocidas en las culturas de los pueblos, en las que se altera su naturaleza específica”.
Amenazas contra la vida
Benedicto XVI advirtió también que en el ámbito de la vida “están surgiendo nuevos planteamientos que ponen en tela de juicio este derecho fundamental. Como consecuencia, se facilita la eliminación del embrión o su uso arbitrario en aras del progreso de la ciencia que, al no reconocer sus propios límites y no aceptar todos los principios morales que permiten salvaguardar la dignidad de la persona, se convierte en una amenaza para el ser humano mismo, quedando reducido a un objeto o a un mero instrumento. Cuando se llega a estos niveles se resiente la misma sociedad y se estremecen sus fundamentos con toda clase de riesgos”.
El Papa aseguró que “en América Latina, como en todas partes, los hijos tienen el derecho de nacer y crecer en el seno de una familia fundada sobre el matrimonio, donde los padres sean los primeros educadores de la fe de sus hijos, y éstos puedan alcanzar su plena madurez humana y espiritual”.
“Verdaderamente, -siguió- los hijos son la mayor riqueza y el bien más preciado de la familia. Por eso es necesario ayudar a todas las personas a tomar conciencia del mal intrínseco del crimen del aborto que, al atentar contra la vida humana en su inicio, es también una agresión contra la sociedad misma”.
Políticos y laicos
A las puertas de una temporada electoral en el Continente, el Papa Benedicto XVI advirtió también en su discurso que “los políticos y legisladores, como servidores del bien social, tienen el deber de defender el derecho fundamental a la vida, fruto del amor de Dios”.
“En cuanto a los laicos –prosiguió-, sobre todo los que dedican sus energías a este servicio de las familias, necesitan también una válida y elevada formación que les ayude a testimoniar la grandeza y el valor permanente del matrimonio en la sociedad actual”.
V Encuentro Mundial de las Familias numerosas delegaciones