El director del Instituto de Bioética de la Universidad Católica Argentina (UCA), P. Alberto Bochatey, indicó que la nueva ley que establece que toda persona es donante de órganos a menos que haya expresado lo contrario, atenta contra la libertad del individuo.
El Senado argentino aprobó la reforma de la Ley de Ablación e Implante de Órganos, promovida por el Ejecutivo, que en su artículo 19 señala que “la ablación podrá efectuarse respecto de toda persona capaz mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de su oposición a que, después de su muerte, se realice la extracción de órganos o tejidos”.
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En declaraciones a medios locales, el sacerdote advirtió que esta norma es un “avance indebido del Estado sobre la libertad de la persona” porque es ella, “como ser libre y responsable, (quien) debería decidir por sí misma y no que una ley presumiera su decisión”.
Recordó que la Iglesia promueve la solidaridad a través de la donación de órganos. Sin embargo, señaló que la figura del donante presunto es “éticamente rebatible”.
Explicó que el aumento de donantes se logra a través de campañas de que creen conciencia, algo que “el Estado no hizo”. Añadió que el Estado “viene ahora con esta ley a convalidar la falta de información”.
Asimismo, advirtió que la aplicación de esta norma “puede violentar la sensibilidad de los familiares y de los médicos frente a una situación que suscita interrogantes y temores en muchas personas”.
Por su parte, el coordinador del Instituto de Bioética de la UCA, Rubén Revello, señaló que “la donación debería ser un acto ‘consciente y libre’ y que de ninguna manera utilizar la compulsión”.