Ante lo que calificó de “errores que con frecuencia se cometen en torno a la familia", el Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, señaló que ésta no es “una palabra vacía que puede significar cualquier tipo de relación".
El Prelado dijo que hay que evitar "errores que con frecuencia se cometen en torno a la familia" que sintetizó en que "ni la familia es un islote en la vida social que no evoluciona con la historia, ni la familia es una palabra vacía que puede significar cualquier tipo de relación".
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En su carta semanal "La familia: fundamento y modelo de la sociedad", Mons. García-Gasco criticó las “maniobras contra la familia” por parte del poder político, que “vienen marcadas por una absoluta falta de respeto hacia la libertad de los hombres y de las mujeres para fundar una familia".
El Arzobispo distinguió entre "los modos y las maneras de relacionarse entre las personas que ha desarrollado la sociedad de hoy" y lo que es la familia, porque "antes de que un ser humano comience a darse cuenta de que existe, una relación familiar le ha precedido, le ha otorgado un crédito de humanidad y ha puesto un depósito de confianza sobre su persona".
Asimismo, el Prelado expresó que la Iglesia "plantea con determinación a la sociedad actual que la familia es la primera sociedad natural, titular de derechos propios y originarios”.
Mons. García-Gasco aseguró que la familia es fundamento de toda sociedad "porque el milagro de una nueva vida humana es acogido con toda responsabilidad cuando se funda matrimonialmente una familia".
Más adelante, el Arzobispo señaló que familia es modelo para toda organización social "porque ella misma se pone al servicio de la dignidad de la persona humana más necesitada". En este sentido, recordó que "nadie hay más frágil ni más amenazado que el ser humano en las diversas fases de la vida naciente". Su vida "se verá truncada si carece del respeto incondicional y del apoyo de sus padres y de quienes ayuden a sus padres".
"Unos padres que reciben la vida humana, la cuidan, la protegen, la aceptan en su debilidad y la desarrollan educativamente en todas sus posibilidades son un ejemplo difícilmente superable de libertad solidaria, la virtud cívica central de una sociedad democrática", concluyó.