El Obispo de Caacupé, Mons. Claudio Giménez, explicó los diferentes retos pastorales de la diócesis de Caacupé y la necesidad de que, desde el Santuario de la Patrona de Paraguay, se logre “inquietar a todo nuestro pueblo”, como evidencia de ser éste un “lugar privilegiado de evangelización y conversión”.
En una entrevista concedida al diario Última Hora de Paraguay, el Prelado informó que la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) ha dispuesto que las prédicas de este nuevo año litúrgico giren bajo el lema “Jesucristo, profeta y maestro, enséñanos la verdad”.
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La misión profética del Señor, agregó el Prelado, también repercute en la Iglesia, que “adquiere la función específica de transmitir el Evangelio con valentía, anunciando la Buena Nueva, pero también denunciando todos los males que dificultan la construcción del Reino de Dios”.
El Prelado agregó que el mensaje de la Iglesia debe prever la “existencia de una realidad”, puesto que no se “puede hacer un anuncio para los ángeles sino para seres humanos que viven en un lugar y una época”.
Así, refiriéndose a la pastoral desarrollada desde el Santuario, Mons. Giménez reconoció la necesidad de una labor más “efectiva e incisiva” que ayude a los peregrinos a no sólo “cumplir una promesa sino que además se sientan tocados por la Palabra de Dios” y descubran la “necesidad de cambiar y ayudar a que cambie su entorno”.