En una soleada mañana y ante miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI rezó el tradicional Ángelus dominical, y resaltando la importancia de la Gaudium et spes, destacó la centralidad de Cristo en la lectura de la vocación y la dignidad del ser humano.
Recordando la Constitución pastoral del Concilio Vaticano II Gaudium et spes, el Santo Padre afirmó que “a la luz de la centralidad de Cristo, ésta interpreta la condición del hombre contemporáneo, su vocación y dignidad, así como los ámbitos de su vida”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Citando al Siervo de Dios Pablo VI, Benedicto XVI dijo que “el Señor es el fin de la historia humana, el punto focal de los deseos de la historia y de la civilización, el centro del género humano”.
Asimismo, el Papa hizo mención a la celebración de la solemnidad de Cristo Rey del universo, recordando que el poder de Cristo “brota del amor, que Dios ha manifestado en plenitud en el sacrificio de su Hijo”.
“El Reino de Cristo -continuó- es un don dado a todos los hombres de todo tiempo”.
Los 13 mártires mexicanos
Tras la oración mariana, el Pontífice saludó a los peregrinos que se dieron cita en el recinto vaticano y mencionó particularmente a la Iglesia en México con motivo de la ceremonia de beatificación de 13 mártires que se realizará hoy en Guadalajara.
"De modo particular, saludo hoy a mis Hermanos Obispos de México, a los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles que, en la arquidiócesis de Guadalajara, participan en la beatificación de los mártires Anacleto González Flores y siete compañeros, y también de José Trinidad Rangel, Andrés Solá Molist, Leonardo Pérez, Darío Acosta Zurita y José Sánchez del Río, que afrontaron el martirio por defender su fe cristiana", dijo el Papa.
"En esta solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, al que invocaron en el momento supremo de entregar su vida, ellos son para nosotros un ejemplo permanente y un estímulo para dar un testimonio coherente de la propia fe en la sociedad actual. Con estos sentimientos os imparto con gran afecto a vosotros y a todos los fieles mexicanos la Bendición Apostólica", concluyó.