El Arzobispo de Colonia, Cardenal Joachim Meisner, presentó su libro “Alegre en la Gracia de Dios, Santa Isabel de Turingia”, en el que recuerda la vida y obra de Santa Isabel de Hungría.
Santa Isabel, hija del rey húngaro Andrés II, vivió de 1207 a 1231, y después de cuatro años de fallecida, fue canonizada por su testimonio de caridad y compromiso con los más necesitados. Es recordada como la santa protectora de la Caridad.
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Durante el evento, el Cardenal Meisner señaló que “Isabel fue una santa de carne y hueso. Llevó la presencia de Cristo a los atribulados y necesitados de su tiempo. Santos como Isabel confieren a la Iglesia un irresistible encanto”.
El Purpurado señaló que su obra significó un modernísimo programa social para la época y recuerda que el compromiso con el prójimo debe ser para el cristiano tan importante como la oración y la asistencia a la iglesia.
Hay que saber también alegrar al prójimo además de saciar su hambre