En un mensaje dirigido al Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Cardenal Walter Kasper, el Papa Benedicto XVI reclamó la necesidad de una base moral objetiva para el logro de la paz mundial y advirtió que el “relativismo moral socava la labor de la democracia”.
El Papa precisó que la democracia por sí misma es incapaz de garantizar la tolerancia y el respeto entre las personas y aseguró que “una sociedad sana promueve siempre el respeto de los derechos inviolables e inalienables de todos sus miembros.
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Benedicto XVI dirigió este mensaje al Purpurado alemán que lo representa en la II Conferencia Internacional dedicada al tema "Paz y Tolerancia, diálogo y entendimiento en el Sudeste Europeo, el Cáucaso y Asia Central", que se celebra en Estambul (Turquía), del 7 al 9 de noviembre.
El Santo Padre subrayó la importancia de educar en la verdad y de fomentar la reconciliación en caso de conflictos. "El respeto por los derechos de los demás, que se traduce en un diálogo sincero y fiel a la verdad, guiará los pasos prácticos que se deben emprender".
El evento de Turquía tiene como objetivo "promover la colaboración entre las tres grandes religiones monoteístas: Judaísmo, Cristianismo e Islam, para favorecer el respeto recíproco, la aceptación del otro y la convivencia pacífica en un mundo que ha sufrido tanto a causa de la guerra y de los conflictos" y es promovido por el Patriarca ecuménico de Constantinopla, Su Santidad Bartolomé I y por el rabino Arthur Schneider, presidente de la Fundación "Appeal of Conscience", con sede en Nueva York.
En su mensaje, el Santo Padre expresó sus mejores auspicios a los participantes en la conferencia y manifiesta su "aprecio por el compromiso en el fomento de la comprensión y la cooperación entre los seguidores de diversas religiones".
"Los temas de la paz y la tolerancia –prosiguió el Papa– asumen una importancia vital en un mundo donde las posiciones rígidas dan lugar a menudo a malentendidos y sufrimiento y pueden desembocar incluso en violencia mortal. El diálogo es indispensable para encontrar soluciones a conflictos y tensiones perjudiciales para la sociedad. En el diálogo reside la esperanza de que el mundo llegue a ser un lugar de paz y fraternidad".
Tras pedir que supere la “tentación de la confrontación, agresiva y fútil, entre culturas y grupos étnicos diferentes”, Benedicto XVI señaló que “todos los pueblos del mundo tienen la responsabilidad de ofrecer su aportación particular a la paz y la armonía, poniendo su herencia cultural y espiritual y sus valores éticos al servicio de la familia humana en todo el mundo”.
“Este objetivo se puede alcanzar si en el centro del desarrollo económico, social y cultural de cada comunidad se sitúan el respeto de la vida y la dignidad de cada uno de los seres humanos", añadió.
El deber de educar en la verdad y fomentar la reconciliación, señaló el Papa, es especialmente urgente para "aquellos que reconocen en Dios al Padre de todos, que a todos ofrece su misericordia gratuita, que juzga con justicia y brinda a todos su amistad vivificante. Para los cristianos la generosidad del Creador se hace visible en Cristo, nuestra paz y nuestra reconciliación verdadera".
Al final del mensaje, el Santo Padre pidió al Cardenal Kasper que con motivo de la conferencia "reafirme el decidido compromiso de la Iglesia Católica de trabajar incansablemente en favor de la cooperación entre los pueblos, culturas y religiones".