Durante la Audiencia General de hoy, celebrada en la Plaza de San Pedro ante unas 50 mil personas, el Papa Benedicto XVI señaló que el proyecto salvífico de Dios se cumple a plenitud en Jesucristo y los creyentes están invitados a proclamarlo y vivir de sus frutos.
Al comentar el Cántico de la Carta a los Filipenses (2,6-11), "Cristo, Siervo de Dios", que presenta el sacrificio del Hijo y su glorificación por el Padre, el Papa indicó que “el proyecto de salvación se cumple plenamente en el Hijo y los creyentes están invitados, sobre todo en la liturgia, a proclamarlo y a vivir sus frutos”.
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Benedicto XVI explicó que el himno paulino comprende "un doble movimiento". El primero subraya la "humillación de Cristo hasta su muerte en la Cruz" y el segundo "revela la gloria pascual de Cristo, que tras la muerte, se manifiesta nuevamente en el esplendor de su majestad divina".
El Padre "exalta" al Hijo y esta exaltación, continuó el Pontífice, "se expresa no solo por medio de la entronización a la derecha de Dios, sino también con un "nombre" que el Padre le confiere y que es el más excelso, el de "Señor", que pertenece a Dios mismo".
"Por una parte, la creación entera, como un súbdito a los pies de su amo, rinde homenaje a Jesucristo por su señorío universal; por otra, la aclamación de fe reconoce a Cristo su condición divina, presentándolo como digno de adoración", añadió el Santo Padre.
Improvisando, el Papa pidió a los creyentes “conformar nuestro modo de pensar y de actuar con los sentimientos de Cristo” y aseguró que “si conformamos nuestro modo de pensar y de actuar al Señor, vivimos bien y tomamos el camino justo”.
“La ternura de Dios es un gran consuelo para nosotros, pero también una gran responsabilidad cotidiana", continuó.
Después de la catequesis, Benedicto XVI saludó a los peregrinos españoles y latinoamericanos, entre ellos los de la diócesis de León y los de la Hospitalidad de Lourdes, de Toledo, a quienes exhortó a tener los “sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús”.
En su saludo a los feligreses italianos, pidió que elevar su plegaria por “las poblaciones golpeadas por el reciente terremoto de Pakistán y por las catástrofes naturales y ambientales”.