La Fundación Arzobispo Miguel Roca ha iniciado la atención de los primeros casos de adicción a teléfonos móviles entre jóvenes, según indicó Ángel Turbi, director técnico del área de prevención de dicha entidad.
El “Proyecto Hombre-Valencia” de la Fundación atiende varios casos que fueron detectados por “facturas de teléfono que ascendían cada mes a cantidades exageradas”, declaró Turbi a la agencia Avan.
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Entre los casos tratados figuran algunos universitarios que “llegaron a enviar durante un mes cerca de mil mensajes desde su teléfono e, incluso, se han dado situaciones de adictos que han tomado prestado móviles de sus compañeros para este fin”.
Entre los síntomas principales para detectar la adicción al teléfono móvil figura el gasto exagerado de la factura de teléfono, que en algunos casos ha ascendido a 600 euros mensuales, el descenso del rendimiento escolar y laboral y el aumento del nivel de estrés y ansiedad.
Según el experto, la adicción a este teléfono “puede generar conflictos en la pareja y familia, que son precisamente quienes detectan la mayoría de las problemáticas ya que el enfermo tiende a justificar siempre su conducta”.
Terapia: Uso responsable
Según el funcionario, a diferencia de la adicción a sustancias químicas, con la terapia para tratar la adicción al móvil “no pretendemos que los pacientes dejen el consumo sino que aprendan a realizar un uso responsable”. Para ello, “es fundamental el papel que desempeñan las familias y cónyuges”, explicó Turbi.
La terapia para frenar la adicción a móvil demora entre seis y ocho meses de tratamiento en varias etapas que incluyen eliminar por un tiempo el teléfono e incorporarlo progresivamente. Durante este período, el adicto debe efectuar llamadas delante de otras personas y “es aconsejable que el teléfono sea de contrato y no de prepago para controlar el gasto”, según Turbi.
no es recomendable que niños menores de 14 años dispongan de teléfono móvil