El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, manifestó en su carta semanal titulada “Unidad frente a un futuro incierto”, su preocupación por los procesos de reforma de diversos estatutos de autonomía que se debaten actualmente el gobierno español.
Considerando que en la actualidad el gobierno debate temas que ponen en juego que “España pase de ser un territorio en el que se vive la paz y la confianza general, a ser un lugar de continuo extrañamiento y desconfianza”, el Prelado invitó a los españoles a promover la unión nacional como el mejor medio para superar la situación de incertidumbre, en servicio del bien común, reconociendo los “valores que entraña la existencia de una patria común, de una misma nación”.
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Mons. García-Gasco, explicó que “es misión de una Iglesia comprometida con la sociedad de su tiempo alertar de las situaciones indeseables que siembran discordia y desunión y cuyas consecuencias generan graves incertidumbres a la sociedad”, y apostar para que las “personas potencien su libertad personal, familiar y asociativa en un contexto de bien común que garantiza la paz, el desarrollo integral y la consecución de metas compartidas”.
Para explicar los efectos de la reforma de los estatutos, el Prelado se remitió a la Constitución Española, diciendo que ésta “logró un consenso superador de enfrentamientos y radicalismos” al proclamar la “unidad indivisible de España”, pero, la reforma de estatutos podría “romper con la unidad, la libertad y la igualdad que caracterizan a la España constitucional” siendo un “camino sin retorno hacia la insolidaridad”.
Insistió en que los nacionalismos excluyentes son una “amenaza para la convivencia de la paz”, e invitó a los españoles a “apreciar la grandeza de nuestra patria, basada en siglos de historia común”, y a tener cuidado con las “ideologías especializadas en sembrar la discordia y la insolidaridad” aunque éstas se “arropen en proclamas utópicas y se auto – avalen como progresistas”.