El Obispo de Quilmes, Mons. Luis Stöckler, destacó la importancia de participar en la Misa dominical porque, explicó, “sin la fiesta del domingo perderíamos nuestra identidad”.
El Prelado recordó que la venida del Espíritu Santo ocurrió un domingo, cincuenta días después de la resurrección. “Desde entonces nunca en su historia de dos mil años la Iglesia ha dejado de celebrar la memoria de la resurrección”, indicó.
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“El día domingo ha asumido así un valor simbólico que expresa toda la novedad del misterio cristiano. Realmente, sin la fiesta del domingo perderíamos nuestra identidad”, sentenció.
El Prelado hizo estas afirmaciones durante la celebración de la Fiesta Diocesana. En su homilía pidió “recuperar las motivaciones profundas que son la base del valor irrenunciable del domingo en la vida cristiana”.
Mons. Stöckler exhortó a no confundir la celebración del domingo dentro del contexto del fin de semana. Aclaró que si bien el fin de semana es un tiempo de descanso “ciertamente necesario y beneficioso”, el domingo es para los cristianos “una verdadera santificación del día del Señor”.
Asimismo, advirtió que “el que falta deliberadamente a la Misa dominical sin tener un motivo serio, debe tomar conciencia de que está cometiendo un pecado de omisión muy grave”.
Por otro lado, el Prelado señaló que el derecho al descanso implica un derecho al trabajo, por ello pidió no olvidarse de aquellas personas que por falta de empleo “se ven obligadas en los días laborales a la inactividad”.