Al recibir a un grupo de obispos mexicanos en visita ad limina, el Papa Benedicto XVI destacó la necesidad de desplegar el trabajo pastoral con entusiasmo para responder al secularismo que afecta a la sociedad.
"En la sociedad actual, que da muestras tan visibles de secularismo, no debemos caer en el desánimo ni en la falta de entusiasmo en los proyectos pastorales. Recordad que el Espíritu os da las fuerzas necesarias. Tened confianza en Él, que es ‘Señor y dador de vida’", indicó el Pontífice.
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El Santo Padre afirmó que "ante un panorama cambiante y complejo como el actual", no hay que perder la esperanza: "El diseño y realización de los programas pastorales deben reflejar, pues, esta confianza en la presencia amorosa de Dios en el mundo. Esto ayudará a los laicos católicos a ser capaces de afrontar el creciente secularismo y participar de manera responsable en los asuntos temporales, iluminados por la Doctrina Social de la Iglesia".
El Papa recibió esta mañana a los prelados de las sedes metropolitanas de Jalapa, México, Puebla y Tlalnepantla, y de las diócesis sufragáneas. Recordó que el centro de México "es la región donde se asentaron los antiguos pueblos indígenas y donde empezó la acción misionera de la Iglesia, extendiéndose a las demás regiones".
Benedicto XVI dijo que el ministerio pastoral de los obispos "se ha de dirigir a todos, tanto a los fieles que participan activamente en la vida de la comunidad diocesana como a las personas que se han alejado y que buscan el sentido de la propia vida". En este sentido, les instó a "proponer la Palabra de Dios" con "un lenguaje y una forma apropiada a nuestro tiempo".
Tras destacar que en la ciudad conviven "múltiples culturas y costumbres", señaló que en las grandes ciudades "la vida es compleja por las diversas clases sociales a las que la pastoral diocesana debe atender sin discriminación, cuidando de manera prioritaria a quienes se encuentran en situación de gran pobreza, soledad o marginación".
"Todos estos grupos sociales –continuó– constituyen un continuo desafío para la tarea pastoral, cuya planificación debe atender también a los hermanos que emigran, cada vez en mayor número, del ambiente rural al urbano en busca de una vida más digna".
Con los sacerdotes
El Papa pidió a los obispos dedicar sus "mejores desvelos y energías a los sacerdotes" y les alentó "a estar siempre cerca de cada uno, a mantener con ellos una relación de amistad sacerdotal, al estilo del Buen Pastor. Ayudadles a ser hombres de oración asidua, tanto en el silencio contemplativo como en la celebración devota y diaria de la Eucaristía y de la Liturgia de las Horas. La oración del sacerdote es una exigencia de su ministerio pastoral".
el camino de la santidad sacerdotal