El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Celestino Migliore, criticó la “disuasiva nuclear” que amenaza la existencia de los pueblos y alienta el armamentismo y reiteró el pedido de la Santa Sede de que todos los Estados firmen el tratado sobre la Prohibición Comprehensiva de los Experimentos Nucleares (CTBT).
Tras la Guerra Fría, la disuasiva nuclear es "cada vez más insostenible incluso en nombre de la seguridad colectiva", dijo el funcionario vaticano este jueves en la Conferencia sobre la facilitación de la entrada en vigor del CTBT que se celebra en Nueva York del 21 al 23 de septiembre.
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Por el contrario, agregó el Arzobispo, "amenaza la existencia de numerosos pueblos en diversas partes del mundo y puede acabar por utilizarse como pretexto para aumentar los arsenales".
Después de constatar que “la mayor parte de los estados se mueven en la dirección de un mundo libre de armas nucleares", Mons. Migliore lamentó que el movimiento para la entrada en vigor del tratado se vea obstaculizado “por la falta de universalidad” y manifestó que la Santa Sede “se une a cuantos piden que firmen el tratado los estados que todavía no lo han hecho y cuya firma es necesaria para la entrada en vigor del mismo".
Asimismo, el representante vaticano defendió la necesidad de "potenciar la decisión de construir un organismo de derecho internacional para edificar un mundo libre de armas nucleares". "El tratado puede ser uno de los pilares de este derecho internacional", añadió.