En su participación durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, ante autoridades de los cinco continentes, el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Angelo Sodano, intentó aclarar el eufemístico concepto de “salud reproductiva” para que no incluya al aborto.
Sobre este tema, el Purpurado intentó despejar la ambigüedad en el uso del término que insinúa el derecho al aborto, y defendió el uso de una expresión más simple como “salud de mujeres y niños”.
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El Purpurado representó a la Santa Sede ante la ONU y saludó en nombre del Papa Benedicto XVI el 60º aniversario del organismo.
Se refirió a la ONU como “una institución que es más y más necesaria. En 60 años de existencia, ha hecho mucho al servicio de la humanidad”.
Sin embargo, precisó que ha mostrado “signos de necesitar una renovación enfrentar los retos de hoy. No es un supergobierno pero debe responder a las expectativas reales de toda la población”. Lamentó que se adopten muchas resoluciones pero que las mismas no se respeten.
Reiteró el compromiso del Vaticano en el desarrollo y expresó la procupación de la Santa Sede por el problema de la deuda externa en los países pobres. Pidió a la ONU “responder atentamente a las expectativas de la gente” con un “renovado sentido de responsabilidad de los países desarrollados, en su tarea de combatir la corrupción y conceder oportunidades iguales para todos”.
El Purpurado concluyó su disertación recordando la especial contribución de la Santa Sede a las Naciones Unidas, destacando que aunque “el Vaticano principalmente cumple una misión espiritual, es especialmente por este motivo, que cumple el deber de estar presente en la vida de las naciones y se ha comprometido en alcanzar justicia y solidaridad entre los hombres”.