La agencia EFE recogió una denuncia según la cual entre marzo y julio de este año, unas siete mil mujeres fueron sometidas a esterilizaciones y –en el caso de las embarazadas– abortos forzosos como parte de la agresiva campaña de planificación familiar impulsada por el gobierno chino.
La prensa china independiente reportó que las esterilizaciones forzosas se realizaron en Linyi, pequeña localidad del municipio de Yinan, en la provincia costera oriental de Shandong, una de las más pobladas del país con casi 100 millones de habitantes. Previamente, la revista estadounidense Time hizo una denuncia similar, calificando la situación como “una de las más brutales campañas de esterilización de los últimos años”.
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Según la denuncia, las autoridades realizaron una inspección previa entre las familias de Linyi, para obligar a abortar a las mujeres embarazadas y después esterilizar a aquellas que ya habían cumplido con la cuota del hijo único permitido por ley.
Al mismo tiempo, el diario inglés The Guardian publicó un escalofriante artículo según el cual, una empresa china utiliza fetos abortados y piel de presos ejecutados para fabricar colágeno para labios o crema anti-arrugas.
Aunque The Guardian no citó el nombre de la compañía, Forum Libertas de España recordó que sólo el año pasado, China ejecutó a unas tres mil 400 personas.
Un trabajador de la empresa en cuestión, admitió que “todavía llevamos a cabo muchas investigaciones al modo tradicional, utilizando piel de presos ejecutados o fetos de abortos”.
El “material” es adquirido por compañías de biotecnología con sede en la provincia norteña de Heilongjiang y abastece a otros lugares del país.