El Obispo de Canarias, Mons. Ramón Echarren, hizo un enérgico llamado a denunciar a aquellos que valiéndose del poder en diversos campos sociales, culturales y políticos atentan contra la dignidad humana, sobre todo la de los más débiles, y “degradan la convivencia democrática, intentando amordazar a la Iglesia y a los cristianos”
El Prelado hizo esta exhortación durante la Misa en honor a la Virgen del Pino, patrona de Gran Canaria, ante diversas autoridades civiles y militares de la región, entre ellos el presidente del Gobierno de Canarias y representante del Rey para la ocasión, Adán Martín.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En su homilía, el Obispo pidió que se denuncie “a los que legislan contra la vida, contra la familia y contra una educación integral” y a “los que legislan, apoyando con leyes injustas, a los grupos de presión que sólo buscan su propio poder y crecer en su bienestar”.
Mons. Echarren solicitó a los presentes denunciar “todo lo que denigra y deshumaniza al ser humano para la salvación de esos poderosos cargados de egoísmo”. “Nuestra Señora la Virgen del Pino nos dice que denunciemos, llenos de amor, sin agresividad, a los que construyen una política que olvida a los más débiles”, dijo.
Asimismo, el Prelado pidió denunciar “a los que, desde los distintos poderes”, ya sean sociales, políticos, económicos, judiciales, legislativos y mediáticos, “degradan la convivencia democrática, intentando amordazar a la Iglesia y a los cristianos, negándoles el derecho de expresión y procurando que la doctrina de Jesús no sea proclamada”.
Perdón para los que odian a la Iglesia
En una iglesia abarrotada de feligreses y representantes institucionales, Mons. Echarren lamentó que la Iglesia sea incomprendida y “tantas veces denostada y calumniada”. Así, arremetió contra “el odio y la incomprensión de no pocos poderosos” que dirigen “su agresividad contra la Iglesia, con el deseo de destruirla y de eliminar los mensajes del Evangelio”.