Las dos cruces de la Basílica de Nuestra Señora de Luján, faltantes tras la caída de una de ellas en junio de 2000, fueron restituidas en sus respectivas torres ante el aplauso de cientos de fieles y vecinos de la ciudad.
Con el tañer de las campanas de los templos aledaños, empleados del astillero Río Santiago de Luján colocaron la primera de las cruces en la torre este. En tanto que la segunda se ubicó en la torre oeste unas horas más tarde. Las réplicas de 9 metros de alto por 4,80 de ancho, pesan mil 400 kilos cada una y fueron realizadas por sesenta obreros que donaron unas 15 mil horas de trabajo.
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Como se recuerda, el 13 de junio de 2000, una de las cruces que llevaba la imagen de la Virgen y estaba en la torre este de la Basílica se desplomó sin provocar heridos. En tanto, la de la torre oeste -con el monograma de María- fue retirada por prevención una semana después, dado que se había quebrado y podía caerse.
El Arzobispo de Mercedes-Luján, Mons. Rubén Di Monte, señaló que “las cruces nos recuerdan las que llevamos personalmente y como país, pero la cruz por la cual Cristo nos redimió no aplasta porque es un instrumento de redención”.
Por su parte, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, aseguró que las cruces constituyen “la esperanza del país puesta en la Virgen de Luján”, y recordó que esta advocación mariana “está profundamente asociada con la Nación Argentina”.
1925 y 1927