Ante cientos de fieles que acudieron a su residencia en Castel Gandolfo el Papa Benedicto XVI recordó con alegría la extraordinaria experiencia eclesial de la Jornada Mundial de la Juventud y enfatizó la necesidad de que el hombre descubra el rostro auténtico de Dios, revelado en Jesucristo.
El Santo Padre exhortó a todos los fieles a “tomar siempre mayor conciencia de un dato fundamental para la evangelización: donde Dios no ocupa el primer lugar, donde no es reconocido y adorado como el Bien supremo, ahí la dignidad del hombre es puesta en peligro”.
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"Es urgente llevar al hombre de hoy a ‘descubrir’ el rostro auténtico de Dios, que se ha revelado a nosotros en Jesucristo”, agregó.
El Santo Padre dijo luego que “buscar a Cristo debe ser un incesante anhelo de los creyentes, de los jóvenes y de los adultos, de los fieles y de sus pastores. Esta búsqueda debe ser alentada, sostenida y guiada".
"La fe -continuó- no es simplemente una adhesión a un complejo en sí completo de dogmas, que apagaría la sed de Dios presente en el alma humana. Al contrario, esa proyecta al hombre, en camino en el tiempo, hacia un Dios siempre nuevo en su infinitud".
"El cristiano -destacó- es contemporáneamente uno que busca y que encuentra. Es justamente esto aquello que hace a la Iglesia joven, abierta al futuro, rica de esperanza por la entera humanidad”.
Finalmente, al recordar Santo Obispo de Hipona, San Agustín, el Papa, agregó que “la invitación a buscar siempre el rostro de Dios vale para la eternidad. El descubrimiento del ‘rostro de Dios’ no se acaba jamás. Más entramos en el esplendor del amor divino, más bello es progresar en la búsqueda”.