En un artículo publicado por el diario El Tiempo, el ex Viceministro de Justicia, Rafael Nieto Loaiza, denunció las maniobras de los abortistas que pretenden despenalizar esta práctica en Colombia manipulando la opinión pública.
Con el título “Aborto: maniobra al descubierto”, Nieto sentencia que “quienes buscan la legalización quedaron en evidencia” y llama la atención sobre unas declaraciones en Nueva York de la abogada Mónica Roa, autora del pedido de despenalizar el aborto ante la Corte Constitucional, en las que revela que hay toda una estrategia para liberalizar el aborto a partir de “excepciones” como violación, malformaciones o riesgo de vida de la madre.
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Según Nieto, estas declaraciones “producen escalofríos por la manera en que se pretende jugar con la buena fe de los colombianos, Roa sostuvo que hay un montaje y una estrategia publicitaria, de acuerdo con el cual ella y un equipo, muchos de cuyos miembros aún no conocemos, están ‘trabajando como un grupo de teatro. Todos tenemos diferentes roles’ y ella hace de ‘moderada’”.
“Si alguien tiene dudas, puede mirar las declaraciones en Nueva York de Mónica Roa, la abogada que busca ante la Corte Constitucional la despenalización en http://www.law.nyu.edu/newscalendars/2004_2005/RTKseries/roa.html”, sostiene Nieto.
Sin embargo, el ex viceministro aclara que “en contra de lo que se deduce del discurso de quienes quieren la legalización del aborto, la defensa de la vida no es un asunto de la jerarquía católica o de quienes profesan credos religiosos. Pretender descalificar esa defensa, alegando que detrás hay unos cuantos obispos y unas creencias de fe, destila un anticlericalismo trasnochado y maluco”.
Asimismo, sostiene que no puede acudirse “a los tratados internacionales de los que hace parte Colombia porque no solamente no aprueban el aborto, sino que, en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, protegen explícitamente el derecho a la vida ‘a partir de la concepción’”.
Nieto explica que el ratificar la convención mundial que busca eliminar todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), “el presidente Uribe se encontraba entre dos fuegos: el de las organizaciones de mujeres que, con razón, quieren fortalecer los mecanismos que protegen sus derechos, y el de aquellos que temen que la ratificación del Protocolo lleve a una equivocada interpretación que legalice el aborto”.
“El Presidente, con prudencia, buscó compatibilizar las dos preocupaciones y decidió que en la ratificación del Protocolo Colombia ‘declarará que nada de lo dispuesto en este instrumento se puede interpretar en el sentido de obligar al Gobierno de Colombia a la despenalización de alguna de las conductas tipificadas como delito en nuestra legislación’. Se refiere al aborto, por supuesto, y así lo dijo en un comunicado del pasado martes”, indicó.
Según Nieto, “ahí ardió Troya. Los que buscaban la despenalización a través de la ratificación y tantas veces habían dicho que el Protocolo nada tenía que ver con el aborto, vieron su maniobra descubierta y neutralizada, y ahora sí sin disimulo descargaron su artillería contra el Gobierno con argumentos que, como los anticlericales, no aguantan un debate serio”.