Al finalizar la Asamblea de los Obispos de Costa Rica, el Arzobispo de San José, Mons. Hugo Barrantes; el Obispo de Cartago, Mons. José Francisco Ulloa; y el Obispo de Costarena, Mons. Oscar Fernández; se pronunciaron sobre la situación política que está viviendo el país y la necesidad de replantear la política, al acercarse los próximos comicios electorales del año 2006.
Los Prelados insistieron en la necesidad de que los partidos políticos lancen nuevas propuestas, en beneficio de las clases más necesitadas y no hacia intereses partidarios y resaltaron la necesidad que tiene el país de cambiar de una democracia representativa a una democracia participativa, para que los ciudadanos puedan ver respetados sus pensamientos y disposiciones.
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Mons. Barrantes señaló la necesidad de hacer un “proyecto país, un modelo de desarrollo”.
Respuesta a las necesidades de la población
El Prelado añadió que “tiene que haber una reforma educativa porque está colapsando la educación, la salud, todas las políticas sociales nos han fallado, tanto las generales como las focales –y señaló que– la mayoría del pueblo costarricense está mal. El pueblo en esta campaña está esperando una propuesta sobre todo para la clase media, una clase que actualmente está en peligro, está dejando de ser media para aumentar el número de pobres”
Así mismo, el Arzobispo de San José anunció que la Iglesia en Costa Rica pondrá en circulación en octubre un documento de orientación para “llamar a las urnas a votar y hacer algunas recomendaciones” para exigir propuestas claras por parte de los candidatos.
Refiriéndose al documento, Mons. Ulloa informó que en él se contempla “el aspecto de la familia que debe incluirse dentro de un programa de gobierno y de la política de los candidatos”. A sus palabras se unió Mon. Fernández, quien se mostró preocupado por los “problemas sociales que favorecen directamente la desintegración familiar en nuestro país –y ante los cuales– los gobiernos deben intervenir para erradicarlos por completo”.
Mons. Barrantes declaró que espera que se abran foros en los medios de comunicación y en las universidades para debatir sobre el tema, resaltando que la desconfianza del pueblo ante la política no puede caer en el abstencionismo, por no ser ésta la solución.
no basta ser bueno, se necesita también nombrar personas capaces