El actual administrador apostólico de Tenerife, Mons. Felipe Fernández, aclaró que la ordenación sacerdotal del ex ministro anglicano Evans David Gliwitzki no significa el fin del celibato para los sacerdotes en la Iglesia Católica ni tiene “absolutamente nada que ver” con los sacerdotes secularizados tras contraer matrimonio.
En declaraciones a la cadena COPE, el Prelado dijo que este caso “en absoluto” supone el primer paso para que los sacerdotes puedan casarse y enfatizó que este caso “no tiene absolutamente nada, nada que ver una cosa con la otra, y lo de los sacerdotes casados no corresponde a la disciplina de la Iglesia”.
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Así, Mons. Fernández, que como Obispo de Tenerife instruyó el proceso de ordenación sacerdotal de Gliwitzki, puso fin a los intentos de algunos sectores minoritarios de crear confusión sobre la doctrina de la Iglesia sobre el celibato y los sacerdotes casados.
El Obispo, que el domingo 21 ordenó en Tenerife al ex pastor que seguirá unido a su esposa y sus dos hijas, explicó que el “revuelo” ha tenido lugar porque algunos sí que han intentado mezclar este asunto, que se ha regulado “con todas la de la ley, ha sido muy estudiado y ha tenido la autorización de la Santa Sede”, con el de los sacerdotes que han sido secularizados en España después de contraer matrimonio.
El Prelado recordó que casos similares al de Gliwitzki han sido numerosos en el mundo y, por lo tanto “no esperaba tanto revuelo”. Recordó que cuando el ex ministro anglicano solicitó su ordenación como sacerdote católico se estudió y examinó su caso, y la Conferencia Episcopal Española lo invitó a venir a la isla de Tenerife, donde le conoció, y, además, le pareció “un hombre bueno”.
El caso del P. Gliwitzki fue trabajado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, y la ordenación fue autorizada por el Papa Juan Pablo II el 21 de marzo, poco antes de fallecer.