El secretario general de Educación del Gobierno, Alejandro Tiana, confirmó la decisión unilateral del Ejecutivo de cerrar el diálogo con la Iglesia sobre la actual reforma educativa y, ante el desconcierto de diversos sectores, acusó al Episcopado español de ser el responsable del fin de las negociaciones bilaterales.
En declaraciones al diario ABC de Madrid, Tiana confirmó el fin de las conversaciones entre el Ministerio de Educación y la Conferencia Episcopal Española (CEE), pues según él “fueron los obispos quienes anularon la última reunión”, prevista para el 22 de julio pasado. El funcionario arguyó que “estamos dispuestos a seguir dialogando, pero sólo con los que quieran hablar con nosotros”.
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Las declaraciones del funcionario han causado malestar, pues en aquella fecha la CEE lamentó la sorpresiva remisión por parte del Consejo de Ministros al Congreso del “inaceptable” Proyecto de la Ley Orgánica de Educación (LOE), sin que la reunión pactada se hubiera llevado a cabo.
Para el Episcopado, el proyecto es “un texto desconocido para la Comisión Mixta que se reunió una vez, el pasado día 23 de junio, para negociar las cuestiones que afectan a la Iglesia y al Estado por venir reguladas en los Acuerdos entre éste y la Santa Sede".
En esa oportunidad, los obispos manifestaron su malestar por este "procedimiento no respetuoso con los usos habituales en materias afectadas por tratados internacionales" y advirtieron que el Proyecto de la LOE es “responsabilidad exclusiva del Gobierno, ya que no ha habido diálogo ni negociación alguna respecto del mismo”.
El Gobierno miente: Una ley sin consenso
En esa misma línea, fuentes del Episcopado y de la Confederación de Padres de Alumnos (CONCAPA), coincidieron en negar el supuesto consenso alegado por el Gobierno.
Fuentes de la CEE confirmaron la paralización del diálogo con el Ejecutivo, porque “no queremos que se hagan la foto con nosotros y después hablen de un consenso que no existe”.
Igualmente, el presidente de CONCAPA, Luis Carbonel, denunció el “sectarismo escandaloso” del Ministerio de Educación, que “miente cuando dice que la ley se ha aprobado por consenso” y que “demuestra que sus responsables no saben nada de Educación”.
En esta ocasión, Carbonel invitó “a todos los partidos y colectivos sociales a que se unan a nosotros en contra de una reforma que es más política que educativa”.
Al referirse a la manifestación anunciada por la CONCAPA y los profesores de religión contra la reforma educativa planteada por el Gobierno, Carbonel dijo que ésta “se celebrará después de que nuestros hijos hayan iniciado el curso escolar”.
Sobre la cuestión de inconstitucionalidad del proyecto educativo, el representante de los padres aseguró que “saldrá adelante”, puesto que “la LOE vulnera los derechos que están en la Constitución y pretende educar a los hijos como si fueran propios, adoctrinándoles en lugar de formarles. Además, discrimina la libertad de enseñanza”.