El Arzobispo de Santiago de Compostela, Mons. Julián Barrio, aseguró que con su presencia y participación en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Colonia 2005, los jóvenes han demostrado que no quieren ser simples espectadores del presente, sino más bien, “asumir su protagonismo como profetas de esperanza”.
“Ellos, una vez más, han manifestado con su presencia y participación que no quieren ser jóvenes de una anodina espera que les hace ser simplemente espectadores del presente. Quieren asumir su protagonismo como profetas de esperanza. Es necesario acompañarles y sentirnos acompañados por ellos”, dijo respecto de los jóvenes el Prelado en el weblog sobre la JMJ de la Conferencia Episcopal Española.
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El Arzobispo señala en su comentario que el evento que reunió en la Misa de clausura del domingo pasado a más de un millón de personas, la mayoría jóvenes de todo el mundo, constituye una “nueva experiencia de la Iglesia viva que a través de los jóvenes sigue ofreciéndonos un horizonte siempre abierto de esperanza”.
El Prelado, que reconoce que ahora “la preocupación será seguir haciendo camino a partir de lo que hemos visto, escuchado y celebrado”, señala que en el Marienfeld “una nueva generación de jóvenes se unía a otras que ya habían vivido una experiencia similar en otras Jornadas Mundiales para discernir sobre su vocación en la Iglesia bajo el lema: ‘Hemos venido a adorarle’, y asumir el compromiso apostólico al volver a sus parroquias, movimientos, asociaciones y comunidades para realizar la obra evangelizadora buscando, como dijo el Papa, ‘la transformación del mundo hasta que Dios sea todo en todos’”.
signo de esperanza para el apostolado seglar