Una mujer de 61 años de edad llamó la atención de la prensa local con una inusual protesta. Rezó desde el amanecer en la puerta de la Catedral anglicana de Lincoln lamentando que sus responsables hayan alquilado el templo para el rodaje de la película que llevará a la pantalla grande el polémico libro El Código Da Vinci.
La mujer no pensó que su protesta sumaría a varios ingleses molestos con la actitud del canónigo de la Catedral y su junta, que aceptó más de cien mil libras esterlinas (unos 180 mil dólares) a cambio de permitir que filmen algunas escenas en el interior del templo.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Los responsables de la Catedral de Lincoln, en el centro de Inglaterra, han debido publicar sus “razones” para aceptar la oferta en el sitio web oficial del templo y alegan que el libro es “pura ficción”.
En la cinta, la Catedral de Lincoln simula ser la Abadía de Westminster –también anglicana-, cuyos responsables desistieron de una oferta similar en rechazo a las mentiras que el libro difunde e incluso han publicado folletos informativos para los turistas desmintiendo las curiosidades que el autor de El Código Da Vinci inventó sobre este recinto londinense.