El Arzobispo de Colonia, Cardenal Joachim Meisner, reveló a la prensa local que el Papa Benedicto XVI sólo quiso una reducida habitación para su próxima visita a Alemania.

El Santo Padre, que se hospedará en la Casa Arzobispal “opinaba que sería suficiente con la habitación para huéspedes de mi casa. Pero le respondí: ‘Santo Padre, Usted podrá estar satisfecho, pero no nosotros. Por eso le hemos dado toda nuestra casa y no solo una habitación’”, reveló al diario “Kölner Express”, el Cardenal Meisner.

En efecto, Purpurado ha preparado su casa con máquinas para preparar el café “espresso” a la italiana, a la cual el Papa ya se ha habituado tras su larga estadía en Roma.

“Mis religiosas, creo yo, no tienen cómo preparar un clásico café espresso o un 'capuccino', así que en caso que el Papa quiera tomarse uno, ciertamente ahora va a ser posible”, bromeó el Arzobispo de Colonia.

El Cardenal Meisner afirmó que estima y admira al Papa Benedicto XVI y considera que cuando habla lo hace de manera impecable y por tal lo considera “un Mozart de la teología”.

“Lo que dice lo expresa de  manera clara, transparente, así como grandiosa y hermosamente”, agregó el Purpurado; quien señaló que con el Pontífice “nos une una misma frecuencia teológica. Lo único que nos separa en todo caso, es que él no tomaría con tanto gusto como yo un buen jarro de cerveza”.

Trato cercano

El Cardenal reveló que en la primera audiencia privada que le concedió, el Papa Benedicto le pidió que mantuviese el trato cercano y le permitió tutearlo, a lo que él respondió: “muy bien, pero al saludarte, permíteme siempre hacer la genuflexión y besarte el anillo, porque tú eres el Papa y yo el Arzobispo de Colonia, y eso debe quedar siempre muy claro y visible”.