En la primera escala de la peregrinación encabezada por el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, en camino a Colonia (Alemania) para participar en la 20º Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), unos mil jóvenes madrileños visitaron el santuario de Montserrat para celebrar diversas actividades de oración y catequesis.
A los 950 jóvenes de la delegación diocesana de la Infancia y Juventud del Arzobispado de Madrid que llegaron en 17 autocares a Barcelona, se unieron a las actividades de oración y reflexión un nutrido grupo de muchachos y muchachas de Olesa de Montserrat.
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Los jóvenes, acompañados también por los dos Obispos Auxiliares de Madrid, Mons. César Franco y Mons. Eugenio Romero, y por 88 sacerdotes, participaron en una Misa en Montserrat.
Como parte de la formación que se da a los jóvenes peregrinos, Mons. Romero impartió una catequesis sobre la fe y los Apóstoles. Asimismo, el rector del santuario, Josep Enric Parellada, reflexionó con los asistentes sobre “La experiencia del camino y de la peregrinación”.
Según declaró un vocero de Montserrat, desde el santuario algunos monjes jóvenes se desplazarán también a Colonia junto con algunos de los novicios del recinto mariano.
La nota negra
El ambiente de cordialidad y oración trató, aunque sin éxito, de ser oscurecido por otro grupo de jóvenes, esta vez miembros de las Juventudes Socialistas de Cataluña (JSC), quienes recibieron a los peregrinos repartiéndoles preservativos y panfletos a la entrada del Teatro de la Passió de Olesa, donde se celebraría la vigilia de oración junto con el Obispo de Sant Feliu de Llobregat, Mons. Agustí Cortés.
Los jóvenes socialistas realizaron una manifestación en la que ofrecían panfletos con lemas como "morir de amor ya no está de moda" y corearon consignas como “El homosexual es normal”, “Menos religión y más educación”, “La mujer también existe, No a la discriminación” o “Su Santidad venda un cuadro y alimente a un país”.