Una mujer uruguaya residente en Vigo (Galicia) denunció legalmente a la Casa de Acogida de la Mujer de dicha ciudad por haber sido forzada con presión y engaños a realizarse un aborto, aprovechándose de una crisis familiar de la víctima y en contra del juicio del psiquiatra que la trataba por depresión.
Claudia Virginia Pereira de León, que vive en Vigo con su esposo, presentó la denuncia ante un Juzgado de Instrucción de la ciudad el pasado 13 de julio contra Mercedes Cameselle Tabeada, directora de la Casa de Acogida, la asistente social Alba Portabales, y el Instituto Gelme por un aborto provocado ilegalmente el 5 de noviembre de 2003.
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Según informó la Asociación de Víctimas del Aborto (AVA), que ha dado voz a la mujer uruguaya, el centro del ayuntamiento es regentado por el grupo feminista Alecrín.
En una nota de prensa, AVA señala que dicha Casa recibió a Pereira de León en octubre de 2003 “cuando solicitó ayuda ante un embarazo inesperado en medio de una crisis familiar”. Según el relato de la víctima que recoge el comunicado, cuando se confirmó el embarazo –sospechándose que fuera hijo de su jefe laboral y quien supuestamente costeó los gastos del aborto, Rafael Núñez Domínguez,– la Casa de Acogida sometió a Claudia a un ‘aislamiento e incomunicación total’ de su marido”.
“Este aborto fue sin que yo quisiera hacérmelo pero me obligaron y me engañaron. Me pasaban diciendo todos los días, día y noche y a todas horas que tengo que abortar porque si no abortas no viajas nada a Uruguay con tus hijos”, señala la denuncia interpuesta al Juzgado.
La uruguaya, dice el comunicado, denunció que “sufrió amenazas de muerte cuando intentó escaparse” de la Casa de Acogida y del Instituto Gelme. “Cuando intenté salir de la Clínica no me dejaron. Que si alguien se enteraba de esto me dijeron en el Centro de Acogida que mi vida corría peligro de muerte”.
Además, según la nota de la asociación pro-vida, este aborto “se realizó en contra del dictamen de su psiquiatra de la Seguridad Social, el Dr. Arturo Rey Rodríguez”, al que le fue requerido un informe por la asistente social “para poder incluir la interrupción del embarazo en el primer supuesto de despenalización del aborto”.
“Claudia estaba siendo tratada por depresión reactiva por el Dr. Rey y según numerosas publicaciones científicas el aborto puede producir graves secuelas para la salud de las mujeres”, señala el comunicado. Esperanza Puente, portavoz de AVA explicó que “ésta es la razón por la que el aborto estaba contraindicado médicamente”.
“No me alcanzan las palabras para explicar lo que me hicieron y lo que siento. Me hicieron un daño psicológico muy grande y mataron a mi hijo”, ha declarado Pereira de León tras narrar que sufre terribles pesadillas y está recibiendo tratamiento psiquiátrico. Según ha revelado a la prestigiosa asociación que defiende a las víctimas del aborto, la mujer “tiene grabada en su mente la escena del aspirador recogiendo los restos del cadáver triturado de su hijo”.
Al tiempo que exigió apoyo legal y judicial para el matrimonio en cuestión, AVA denunció que en el Instituto Gelme “no se tuvo en cuenta ningún aspecto de la salud de Claudia y realizaron el aborto de su hijo sin atender a su historia médica”.
no se realiza un adecuado examen psicológico y psiquiátrico de las mujeres