Fuentes del Congreso Mundial de Familias revelaron que las parejas que conviven tienen cinco veces más probabilidades de separarse que las parejas que están casadas.
Según informó la agencia LifeSiteNews.com, un reciente estudio británico citado por el mencionado Congreso reveló los efectos devastadores de este hecho en los niños de estas parejas. “En el año 2003 unos 88 mil niños menores de cinco años fueron afectados por la separación de sus padres no casados, mientras que 31 mil lo fueron en el caso de parejas casadas”.
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Harry Benson, director del estudio, afirmó que “la evidencia es irrefutable. Los padres que no están casados tienen cinco veces más probabilidades de separarse que los padres que sí están casados”.
Además de estas estadísticas, el Congreso citó otro estudio de Estados Unidos sobre “Familias Frágiles”, en el que se indica que las parejas no casadas tenían más probabilidades de estar desempleadas o tener ingresos por debajo de la línea de pobreza.
La autora de este estudio, una socióloga de Princeton llamada Sara McLanahan, señaló que las relaciones entre los padres convivientes son “más frágiles” y por lo mismo, “casi la mitad de las mujeres que convivían... han terminado sus relaciones con los padres de sus hijos cuando éstos tenían unos tres años”
McLanahan, cuyo estudio fue publicado por el periódico Demography, explicó que cuando se compara las parejas convivientes con las parejas casadas, “la lactancia y la estimulación del lenguaje son menos comunes, mientras que ambas cosas son más comunes en las parejas casadas”.