El Papa Benedicto XVI saludó hoy en el Vaticano a una delegación de sacerdotes de la llamada “iglesia patriótica” china, marcando así un paso más en la reconciliación entre esta organización creada por Mao Tse Tung en 1956 y la Iglesia Católica que se mantuvo fiel a Roma.
La veintena de sacerdotes, rectores y padres espirituales de algunos seminarios de la “iglesia oficial china” ocupó las filas más cercanas al Pontífice en el Aula Paulo VI, y respondieron con cánticos y entusiasmados aplausos cuando fueron mencionados por el Pontífice entre los grupos presentes.
unos mil seminaristas