Una líder feminista española confirmó a una revista argentina que la Iglesia Católica es la principal enemiga del movimiento abortista y reveló la estrategia de estos movimientos anti-vida para anular la defensa de la vida en América Latina.
En una entrevista concedida a Página/12, Angeles Cabria, oficial principal del Programa para América Latina de la Coalición Internacional por la Salud de las Mujeres (IWHC), declaró con cierto triunfalismo el “avance” del abortismo en la región.
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Según Cabria, “la despenalización del aborto es pendiente histórica en la región. Y a mí me parece que esta coyuntura es buenísima” en Argentina.
La feminista sostiene que “las dificultades van a estar, pero hay una coyuntura política que hay que aprovechar, con un Ministerio de Salud que tiene una apertura para colocar el tema en el Congreso, ponerse en conflicto con la Iglesia y defenderse, y una sociedad civil que está apoyando, y con unos procesos en los países del Mercosur que se están dando al mismo tiempo, colocando el tema de la despenalización y de la legalización del aborto. Realmente es el momento de aprovechar y de compartir las experiencias”.
Cabria no tiene reparos en equiparar derechos sexuales y reproductivos con aborto y aunque dice que “todavía hay mucho camino por recorrer para garantizar el acceso” al aborto legal, confía en que la sociedad civil con su “papel de la vigilancia y del monitoreo de las instituciones” permita presionar a los gobiernos para “ver hasta qué punto se han cumplido los compromisos que los gobiernos firmaron en El Cairo y Beijing”.
Nueva estrategia
Ante los escasos avances de los abortistas por cambiar la opinión pública contra el aborto en América Latina, Cabria sostiene que “a lo mejor un mensaje que ha sido muy elaborado y muy sofisticado en un contexto de derechos puede no llegar a una población del desierto de Pernambuco (Brasil), donde realmente el concepto de derechos ni siquiera está en el imaginario de estas mujeres, y donde los derechos se confunden con los deberes”.
“Cuando faltan tantas cosas en sus vidas, saber que tienes derecho a ellas es algo que todavía hay que trabajar. El desafío allí es cómo colocar un tema que es una necesidad, porque el aborto seguro es una tremenda necesidad. Por eso es importante trabajar con las poblaciones para que ellas mismas desarrollen los argumentos”, reveló.
Sobre la “anticoncepción de emergencia”, eufemismo que encubre las píldoras abortivas, Cabria considera que “en los últimos cinco años ha habido un cambio tremendo” en América Latina.
“Hace cinco años cuando empezábamos con talleres, era una minoría de proveedores que lo conocían, y ni siquiera bien. Hoy hasta sienten que quedan mal si lo no conocen. También se avanzó a nivel de introducirlo en las normativas. Lo que pasa es que sigue habiendo muchas dificultades en países que tienen mucha resistencia a progresar en políticas de salud sexual y reproductiva, como en Chile por ejemplo. Y en Ecuador, que la tenían en las normas desde hacía cinco años y recientemente los sectores conservadores y de la Iglesia se pusieron en contra, y ahora incluso el sector público amenaza con retirarla. O sea, siempre hay que estar en guardia. Ese es el tema. El tema es que no se puede bajar la guardia”, agregó.
En este tema, confesó que la ofensiva abortista no termina con la colocación de una norma anti-vida en el Ministerio de Salud “porque luego te llega un cambio de gobierno y te tiran el trabajo que has hecho”.
“Lo único que creo es que aunque se venga un gobierno más conservador que te quiere sacar una anticoncepción de emergencia, por ejemplo, no es lo mismo que te la quieran sacar ahora donde ya hay muchos profesionales que la están ofertando, muchas mujeres que las conocen, que hace cinco años atrás. O sea, todo eso es tiempo ganado”, afirmó.