El Consejo Nacional de Laicos Católicos de Ecuador entregó oficialmente un conjunto de propuestas de reforma social al organismo gubernamental encargado de recibir las reflexiones que serán debatidas en la próxima Consulta Nacional.
El documento, presentado a través del Comité Ejecutivo del Consejo Nacional de Laicos, inicia con una “Nota previa explicativa” en donde se afirma que “sin duda, y lamentablemente el Ecuador ha sido gradualmente sumergido en una grave crisis que abarca casi todas las áreas del quehacer nacional”.
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“Frente a esto –dice el documento– creemos que, si los ecuatorianos queremos regenerar de verdad nuestro país debemos tener en cuenta este contexto. Ya sea la economía, la política, la vida social, la vida familiar, la propia moral y también nuestros principios religiosos son objeto de esa influencia que abarca todo el planeta”.
El mismo texto, en el acápite titulado “Presencia y vigencia de la Moral y de la Doctrina Social de la Iglesia en un país mayoritariamente católico y cristiano”, señala que “consideramos que es un deber ineludible del gobierno y de la clase política en general, gobernar y legislar de acuerdo a esta realidad innegable: Ecuador es mayoritariamente católico y la identidad cristiana de nuestro pueblo será un factor determinante en el buen suceso o fracaso del proyecto país”.
Los líderes laicos advierten, al respecto, que “aquellas sociedades que han ignorado o erosionado la conciencia católica y cristiana, lastimosamente han entrado en un espiral de desventuras. Por esto, como cristianos estamos convencidos que se podrán promulgar las leyes más perfectas y por millares que no tendrán ningún efecto benéfico en la vida de nuestros compatriotas, si no respetan y se fundamentan en la moral y doctrina social de la Iglesia”.
Entre las propuestas para ser introducidas en la Consulta Nacional, el Consejo sugiere:
- Que el nombre de Dios conste privilegiadamente en el Título 1 de la Constitución de la República, en los códigos y leyes.
- Que la Constitución de la República preceptúe como imperativo los “valores éticos-cristianos” para que se promuevan y practiquen en los estamentos de la organización socio-política-jurídica-cultural.
- Que se derogue la obligatoriedad del voto.
- Que se eleve a norma constitucional la definición: “que el matrimonio es un contrato solemne entre un hombre y una mujer que deciden vivir juntos para procrear y auxiliarse mutuamente”.
- Que se consagre la disposición que obliga a proteger la vida desde la concepción.