En un telegrama de condolencias enviado al presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, por el asesinato en Irak esta semana de dos diplomáticos argelinos, el Papa Benedicto XVI reiteró que la muerte de un ser humano "no puede ser la solución a ninguna reivindicación" y que los asesinos no pueden ser invitados a participar en el diálogo y la paz.
En el telegrama, remitido por el Secretario de Estado vaticano, Cardenal Angelo Sodano, el Santo Padre "se suma al dolor de las familias, las autoridades y el pueblo argelino" por la muerte de los dos diplomáticos, que “afecta también a la comunidad internacional".
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En el mismo comunicado, el Papa destacó "el valor y fidelidad" de los fallecidos en su misión de "artesanos de paz y negociación" en Irak, "ayudando así a su reconstrucción".
El Pontífice llamó una vez más "a todos aquellos tentados a resolver los conflictos por la vía de la violencia" a respetar a las personas, resaltando que "la muerte de ningún hombre puede ser la solución a ninguna reivindicación y no puede hacer de los asesinos socios del diálogo y la paz".
Finalmente, el Papa "insta a todos los hombres de buena voluntad a unirse para construir un mundo de fraternidad entre los pueblos y entre las creencias, para que las diferencias sean ocasiones para compartir y de amistad".