El experto en derecho canónico, Padre Jean Pelletier, aclaró que la “ordenación” de nueve mujeres protagonizada ayer en un barco en la frontera de Estados Unidos y Canadá, no es válida y no puede ser reconocida por la Iglesia Católica.
El sacerdote, que se desempeña como canciller de la Arquidiócesis de Québec, indicó a ACI Prensa que la ordenación de estas nueve mujeres no es válida porque es contraria a la misma “naturaleza del sacerdocio católico” que es exclusivo para varones.
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“Ser sacerdote no es un derecho”, precisó el canciller y añadió que “incluso un hombre no puede convertirse en sacerdote sólo porque lo desea. El sacerdocio es un llamado que debe ser confirmado por la Iglesia”.
En entrevista telefónica desde Quebec, el P. Pelletier citó el artículo 1024 del Código de Derecho Canónico, que establece que solamente un varón bautizado puede ser ordenado. También explicó el significado del sacerdocio masculino en relación a la imagen femenina de la Iglesia que es esposa de Cristo.
Para el presbítero, la ceremonia de “ordenación” de estas nueves mujeres fue un “gesto sin sentido que sólo es reconocido por estas mujeres. ¿Dónde van a ejercer su ministerio? Ninguna parroquia católica puede aceptarlas”, enfatizó el sacerdote.
Asimismo, el P. Pelletier explicó que los católicos deben saber que ninguno de los sacramentos que estas mujeres administren, como la Eucaristía y la Reconciliación, tiene valor alguno.
De las nueve mujeres, siete proceden de Estados Unidos, una de Alemania y otra de Canadá. Alegan que cuatro fueron ordenadas “sacerdotisas” y cinco ordenadas “diaconisas”.
Se supone que dos falsas “obispas” lideraron la farsa. Estas “obispas” junto con otras cinco mujeres dicen que se ordenaron en el río Danubio en el año 2002. Las siete fueron excomulgadas al año siguiente.