El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, afirmó al proclamar el 24 de julio de 2005 como Día de los Padres que ellos "son modelos para sus hijos” y deben “enseñarles lecciones que los preparen para el futuro”.
El mandatario también indicó que en esta nueva celebración instaurada por él, “expresamos nuestra gratitud por el duro trabajo de los padres en toda la Nación y reafirmamos nuestro compromiso con la promoción de una cultura de paternidad responsable”.
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Bush también recordó que “las madres y los padres aman incondicionalmente a sus hijos y hacen sacrificios para sostenerlos” y añadió que “los padres crean un ambiente seguro y nutritivo en el que sus hijos pueden crecer y aprender”.
“Al instruir a sus niños –prosiguió– para que decidan correctamente, los padres enseñan los valores que durarán toda la vida y preparan a sus niños para los desafíos y las oportunidades del futuro. Los padres y las madres experimentan una gran alegría viendo a sus hijos e hijas madurar y convertirse en adultos responsables y buenos ciudadanos”.