El Obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Antonio Ceballos Atienza, pidió a pobladores de su diócesis celebrar el próximo Día de los Abuelos en un espíritu de agradecimiento por quienes son “la prolongación de la propia existencia en la vida y en la historia”.
En una carta pastoral titulada “Acércate a ellos”, el Prelado recordó que este 26 de julio, fiesta de San Joaquín y Santa Ana, abuelos del Niño Jesús, se celebrará en España el Día de los Abuelos.
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“Esta fiesta de gratitud humana es una ocasión propicia en donde los mismos abuelos puedan volver a sentirse verdaderos protagonistas. Es una fiesta de agradecimiento, un acto de amor, una acción de gracias respetuosa y alegre para hacerles arrancar a nuestros abuelos su mejor sonrisa y la chispa de viveza en sus ojos fatigados por la vejez”, indicó.
Asimismo, recordó que “la figura de los abuelos es realmente una figura singular en la familia: es la prolongación de la propia existencia en la vida y en la historia. Es la viva voz que resuena en todos los hogares durante siglos”.
El Obispo pidió a los españoles acercarse a ellos para ver sus ojos que, “aunque cansados por el peso de la vida, miran con un amor especial la figura y presencia de los nietos; quienes al besar y abrazar con un tierno e inmenso cariño a los abuelos les están expresando que quieren vivir juntos siempre; los latidos del corazón de los abuelos son los mismos latidos del corazón de los nietos; los abuelos merecen la expresión más delicada, fina, gentil y cariñosa de los nietos. Los nietos y los abuelos unidos en ese amor recíproco son auténticos mensajeros de esperanza, alegría, amor y paz”.
“Acerquémosnos a los abuelos, dado que de ellos podemos sentir mucho más de cuanto podamos imaginar: ellos son ricos en sabiduría, maestros de la vida y testigos admirables. Ellos son un factor integrador de la vida familiar; ellos, con sola su presencia sostienen y fortalecen un clima de afectividad, cariño y comprensión y con su equilibrio emocional permiten obtener la madurez en la formación de los nietos”, indicó.
Según el Obispo, “hoy en muchos ambientes se tienden a considerar a los abuelos como personas ya ‘acabadas’, con los que ya no se cuenta para nada. Es preciso recordar que es propio de una civilización plenamente humana y cristiana respetar, amar y valorar a los abuelos, ya que ellos sienten, a pesar del debilitamiento progresivo de sus fuerza, ser parte viva de la familia y de la sociedad. Os exhorto a todos, y, sobre todo, a los jóvenes a que os acerquéis a vuestros abuelos, dado que de ellos vais a recibir mucho más de lo que vosotros podéis pensar”.