El Arzobispo Emérito de Managua, Cardenal Miguel Obando Bravo, afirmó durante una Misa en la Catedral que “la capacidad de perdón es básica en cualquier proyecto de una sociedad futura más justa y solidaria”.
“El perdón es ante todo una decisión personal, una opción del corazón que va contra el instinto espontáneo de devolver mal por mal. Dicha opción tiene su punto de referencia en el amor de Dios”, explicó el Purpurado.
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El Arzobispo Emérito indicó que, aunque el peso del pasado no se puede olvidar, éste “puede ser aceptado” gracias al perdón “recíprocamente ofrecido y recibido”. Agregó que para construir la paz es necesario recurrir a la oración, porque ella “infunde valor y sostiene ‘a los verdaderos amigos de la paz’”.
Asimismo, destacó lo importante que es abrirse al perdón para las familias, los grupos y los estados de modo que se remedien "las relaciones interrumpidas” y se superen "situaciones de estéril condena mutua”.
“No se puede permanecer prisionero del pasado”, afirmó el Purpurado. Aclaró que no se trata de olvidar lo sucedido, sino de hacer una “purificación de la memoria” para no volver a cometer los errores del pasado, aprendiendo “que sólo el amor construye, mientras que el odio produce destrucción y ruina”.
El Cardenal Obando explicó que la historia es la maestra de la vida, “no para dividir a los hombres”, sino como disciplina que “nos enseña a conocer y comprender, y debe ayudarnos para realizarnos en lo que debemos ser”.
Asimismo, recordó que la política busca el bien común y que entre los políticos “puede haber diferencias, pero jamás pugnas irreconciliables”. Además, indicó, “el éxito de los gobernantes está en percibir las necesidades públicas y saber satisfacerlas”, porque una sociedad no puede progresar “cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados”.
de misericordia y perdón