La Santa Sede deploró profundamente el asesinato el día de ayer del Obispo Luigi Locati, Vicario apostólico de Isiolo (Kenia), atacado por la noche por unos desconocidos que le dispararon en el trayecto desde el centro parroquial a su domicilio.
El obispo italiano, que estaba a punto de cumplir 77 años, presentó hace dos años su renuncia al cargo por motivos de edad y estaba a la espera del nombramiento de su sustituto.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Mons. Locati había sufrido otros ataques en septiembre de 2004 y marzo de este año, según información proporcionada por la agencia misionera MISNA.
En el primero, Mons. Locati fue agredido en las proximidades del centro parroquial por varios hombres, que huyeron cuando los vigilantes del lugar acudieron en su defensa.
El pasado marzo estalló un artefacto frente a su vivienda, sin causar víctimas aunque sí algunos daños materiales, en la que fue interpretada como una señal de advertencia.
Por el momento se desconocen con exactitud los motivos de aquellas agresiones y de su asesinato en la tarde de ayer, jueves, cuando un grupo de al menos tres personas le disparó varios tiros tras haber reducido de un golpe a su acompañante.
Según MISNA, las primeras investigaciones parecen indicar que su muerte podría estar relacionada con los enfrentamientos tribales que en los últimos días han asolado el norte de Isiolo y que se han cobrado la vida de cerca de 70 personas.
Sin embargo, en opinión del Obispo de Marsabit, en el norte de Kenia, Mons. Ambrogio Ravasi, la acusación de haber ayudado más a una etnia que a otra en los recientes enfrentamientos, que podría estar en la génesis del ataque mortal, “es totalmente errónea, porque no formaba parte de su idiosincrasia de persona recta y honesta, defensora siempre de la justicia”.
Nacido en julio de 1928 en Vinzaglio, en la arquidiócesis italiana de Vercelli, Mons. Locati fue nombrado Obispo en 1996 y hace dos años había presentado la renuncia, al llegar a la edad reglamentaria de 75 años, aunque el Vaticano aún no se la había aceptado.
Se trasladó a Kenia como sacerdote 'fidei domun', es decir, enviado por una diócesis como misionero, y decidió quedarse en el país africano.