Los países ricos deberían estar dispuestos a “asumir el peso de la deuda” de las naciones más pobres, dijo el Papa Benedicto XVI en un mensaje dirigido al Arzobispo de Saint Andrews y Edinburgo, Cardenal Keith Patrick O'Brien, previo a la cumbre G8 a realizarse la próxima semana en Escocia.
El mensaje, enviado por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Angelo Sodano, en nombre del Santo Padre, coincide con la celebración en la capital de Escocia de la marcha contra la pobreza que ha reunido a unas 120 mil personas. La manifestación se realiza días antes de la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de los ocho países más industrializados del mundo (G8) la próxima semana en la localidad escocesa de Gleneagles.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
A través de un telegrama, el Pontífice saludó a todos los que se han reunido en la marcha “Haz que la pobreza sea historia”, “unidos por su preocupación por el bienestar de millones de nuestros hermanos y hermanas afligidos por la extrema pobreza”.
Citando el Concilio Vaticano II, Benedicto XVI, recordó que “las cosas buenas de la creación deberían estar disponibles para todos por igual”. Así, continúa el texto, “la gente de los países ricos debería estar preparada para aceptar el peso de la reducción de la deuda de los países pobres y fuertemente endeudados”.
La población “debería instar a sus dirigentes a que cumplan con las promesas hechas de reducir la pobreza, especialmente en África, para el año 2015”, añadió el Cardenal Sodano en nombre del Papa, quien reza “porque los participantes en la marcha y los dirigentes mundiales que se reunirán próximamente en Gleneagles, puedan desempeñar su papel en garantizar una distribución más justa de los bienes del mundo”.
El mensaje concluye con la “ardiente esperanza de que el flagelo de la pobreza global pueda algún día haber pasado a la historia".