Ante la decisión de la Corte Suprema de Buenos Aires de permitir que se practique el aborto terapéutico a una mujer con problemas de salud, un experto de la Universidad Católica Argentina (UCA) señaló que “nunca la muerte intencional de un paciente, máxime cuando es sano, puede ser una opción terapéutica para curar a otro enfermo”.
El Coordinador del Instituto de Bioética de la Universidad Católica Argentina, Padre Rubén Revello, recordó en un comunicado que “el deber de todo profesional de la medicina es defender la vida, tanto de la madre como del niño por nacer”, usando todos los medios a su alcance.
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El sacerdote indicó que por su complejidad el caso sigue siendo analizado, sin embargo, señaló que toda decisión debe partir del principio ético fundamental de que “la persona humana es el valor máximo” y que ninguna consideración, sea económica o social, es argumento para oponerse a ella.
Asimismo, afirmó que la vida física de la persona es el sostén de todos los derechos humanos y quien quiera protegerlos debe, en primer lugar, defender “la vida de cada ser humano”.
El P. Revello explicó que la sociedad es posterior a la persona y que ella “no puede decidir sacrificar a algunos –por su condición social, económica, sanitaria o por la etapa de desarrollo que está atravesando– para salvar a otros”.
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