El Obispo de Arica y Presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal Chilena (CECH), Monseñor Héctor Vargas Bastidas, envió una carta a los colegios y liceos del país en la que recuerda que los padres son los “primeros y principales educadores de sus hijos”.
Mons. Vargas advirtió que la familia es la primera escuela formadora de valores en la educación de la “afectividad y sexualidad” de los jóvenes, en el marco del proyecto de brigadas gays que pretenden acompañar la llamada “definición sexual” de los escolares.
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La carta de Mons. Vargas explica que la idea de estas brigadas no es del Ministerio de Educación –cuyo titular está en desacuerdo con la iniciativa– sino del Movimiento de Liberación Homosexual (MOVILH) que pretende proponer e incentivar a los adolescentes y pre-adolescentes del país para que se definan como homosexuales a temprana edad.
El Prelado expresa su preocupación porque, con la intervención de estas brigadas, “esta definición o autodefinición, se dé sin fundamento, ya que, por la experiencia pastoral de nuestra Iglesia sabemos lo difícil que ha sido la vida para aquéllos que viven esta inclinación sexual por no haber recibido el acompañamiento profesional y pastoral oportuno, en aquella etapa de la vida en la que afirmaban su identidad sexual”.
Asimismo, luego de indicar que el tema de la homosexualidad ha sido y sigue siendo un desafío para los educadores, manifiesta su deseo de “insistir en algunos criterios que brotan de la experiencia pedagógica y pastoral” para ayudar a los homosexuales.
El Obispo de Arica aconseja que los escolares preocupados por esta temática sean acompañados profesional y pastoralmente. Indica que “los colegios deberían tener especialistas hacia los cuales derivarlos, si así fuera necesario” y añade que “es muy importante y necesario que cada colegio cuente con un programa de educación sexual para la totalidad de los(as) alumnos(as) y, en donde se pueda anunciar y desarrollar el significado más profundo de la naturaleza del ser varón o mujer”.
Además de recordar que los homosexuales no pueden ser discriminados en las escuelas y que son acogidos por la Iglesia, el Prelado señala que “resulta imprescindible invitarlos a reflexionar y revisar su posición y a dejarse acompañar espiritual y profesionalmente” para que puedan cambiar su percepción y las “conductas que de ella se derivan”.
Mons. Vargas considera inaceptable “que alumnos(as) que se autodeclaren públicamente” gays pretendan “desarrollar conductas promiscuas u organizarse con la finalidad de promover su condición como si fuese una opción de vida homologable a la heterosexual” y agrega que “debe evitarse por ello cualquier instancia o actividad que, sin proponérselo, puedan terminar motivando, atrayendo o confundiendo a compañeros(as) por la condición homosexual, justamente en una etapa tan delicada de su identidad como es el paso de la preadolescencia a la adolescencia”.
Finalmente el Obispo de Arica propone la reglamentación de este tipo de situaciones en los manuales de convivencia en los colegios para evitar estigmatizar a los homosexuales y remite a la lectura del documento Atención Pastoral a las Personas Homosexuales de la Congregación para la Doctrina de la Fe.