Ante la creciente ola de violencia asociada al narcotráfico que se vive en México, los obispos de la región noreste de ese país advirtieron que se corre el riesgo de perder muchos valores humanos trascendentes que dan cohesión y estabilidad a la sociedad.
En un comunicado, los prelados mostraron su preocupación por la sensación de impotencia, desánimo y desconfianza surgida en la población ante un problema creciente que masacra de múltiples maneras a los jóvenes y las familias.
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“La vida es un don que debemos cuidar tanto en nosotros mismos como en los demás. En el flagelo del narcotráfico, en todas sus fases, se atenta directamente contra la vida humana, o porque se le elimina violentamente, o porque se le destruye de a pocos”, indicaron.
Asimismo, exhortaron a las autoridades gubernamentales a entender que “una de las raíces del problema es la desigualdad social, que niega oportunidades de desarrollo a la mayor parte de la población, y la coloca en la tentación de encontrar una fuente de trabajo en el crimen organizado”
Los obispos mexicanos señalaron que “no podemos permanecer callados ante el estruendo de la violencia, que devalúa la dignidad de la persona, pues por encima de ella coloca la búsqueda desmedida del dinero, con todos los intereses mezquinos y acciones fraudulentas que conlleva.
Advirtieron que “esta terrible realidad manifiesta la ausencia y el vacío de Dios, porque en la medida que excluimos su existencia y su autoridad, quedamos desprotegidos y a merced del mismo hombre, de modo que el más ambicioso y poderoso puede decidir quién debe vivir y quién debe morir”.
“Ante todo este panorama oscuro se nos presenta el reto de dejar entrar a Dios en nuestras vidas, en la familia y en toda la sociedad. El encuentro con Él nos lleva a la conversión, para erradicar la violencia y trabajar incansablemente por la paz”, afirmaron.
Finalmente, los prelados instaron a los mexicanos a trabajar por México y por sus familias y a no vivir bajo el miedo y la amenaza de unos cuantos que buscan implantar la cultura del terror.