La Conferencia episcopal del Ecuador dio a conocer este viernes un comunicado urgente en el que expresa su pleno apoyo al Arzobispo de Quito, Mons. Raúl Vela, en el conflicto suscitado en una parroquia por dos sacerdotes que se declaran “seguidores de la teología de la liberación”.
El conflicto se suscitó a principios de mayo en la parroquia Santa María del Inti, localizada en el sector sur oriente de Quito, llamado “Lucha de los Pobres”.
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Allí, dos sacerdotes de nacionalidad española, Luis Molina (58 años) y Miguel Ángel Olmedo (38) de la diócesis de Jerez (España), iniciaron hace ocho años el proyecto de una “escuela autogestionaria” junto a la iglesia parroquial.
Junto con la escuela “aconfesional”, los sacerdotes iniciaron una acción pastoral centrada exclusivamente en reivindicaciones sociales y en la supresión de las actividades pastorales, incluso la Misa.
Mons. Vela, respondiendo ante las numerosas irregularidades, nombró un nuevo párroco para la Iglesia y solicitó el retorno de los sacerdotes a su diócesis. La respuesta de los P. Molina y Olmedo fue, sin embargo, suscitar una confrontación movilizando a sus seguidores.
En el documento, los Obispos de Ecuador señalan que “conocemos el problema que ha surgido en la Parroquia Santa María del Inti” y recuerdan que “en una Diócesis, es el Obispo el responsable de suscitar, recoger y orientar el trabajo pastoral de los sacerdotes, religiosas y seglares para el cumplimiento de la misión encomendada por Cristo”.
El episcopado recuerda además que la presencia de los dos sacerdotes españoles es contraria al Derecho Canónico, pues “no hay convenio alguno entre el Arzobispo de Quito y el Obispo de Jerez (España), de quien dependen los dos sacerdotes, a los cuales les ha pedido ya que regresen a su Diócesis”.
Los obispos lamentan además que el hecho que los dos sacerdotes rechacen “las expresiones de la piedad popular ecuatoriana: las novenas, los villancicos, la devoción de los Santos como ejemplo de vida cristiana” y critican que ambos “descuiden la Misa Dominical, cuyo valor irrenunciable y universal fue recordado hace poco por el Papa Benedicto XVI”.
“Los sacerdotes con fondos de una organización no gubernamental española, han creado una escuela”, dice el comunicado; pero señala que “no comprendemos por qué dos sacerdotes determinen que en esta escuela no se pueda dar instrucción religiosa y menos catecismo, a pesar de que funcione en una casa parroquial”.
“En este contexto no pueden dejar de disgustarnos las injurias al Arzobispo de Quito y a sus colaboradores. Respaldamos su empeño por llegar a una solución del problema, en bien especialmente de los pobres”.
“Como en ningún campo del quehacer humano, tampoco en el campo religioso, son aceptables imposiciones externas y menos con actitudes que llevan a la confrontación”, concluye el comunicado.
Los dos sacerdotes, que son conocidos por sus seguidores solamente como “José y Miguel”, han organizado a parte de la población para oponerse a los cambios dispuestos por Mons. Vela. “Ellos han puesto en práctica la teología de la liberación para darnos voz y un lugar en la sociedad sin distinción de clases”, dijo Marcia Toca, miembro del Consejo Parroquial
corrientes de la teología de la liberación que han sido condenadas