“Pervierten la democracia quienes la conciben como la ocasión para hacerse con el poder político en contra de los que no piensan como ellos”, afirmó el Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, al recordar que “la vida del ser humano es un llamado a la libertad”.
El Prelado explicó que “la vida política de las democracias es también una llamada a la libertad”, donde las personas ejercen sus derechos a través del respeto mutuo “con el compromiso de construir el bien común”. Caso contrario, añadió, se da en los regímenes autoritarios, cuyo radicalismo atenta “contra la libertad ciudadana”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En su carta semanal titulada “Llamados a la libertad”, recordó que la persona es libre y que la Iglesia, que “cree profundamente en la libertad”, enseña que cada uno “es responsable de sus actos y consecuencias” en la búsqueda de “un futuro mejor individual y colectivo”.
Por ello, el Arzobispo alentó a todos, “pero especialmente a los fieles laicos”, a actuar “con libertad democrática para servir a la verdad”, dado que es un “imperativo” que “debe sonar en el corazón de todo cristiano”.
“La libertad cristiana está llamada a superar los moldes de las opciones políticas del momento y de las ideologías, para ejercer una libertad más plena que contribuya a enriquecer la sociedad civil”, afirmó.
En el texto, el Prelado explicó que del Evangelio se desprenden “tres grandes campos de libertad”, que enseñan, entre otras cosas, a “manifestarse en defensa de lo que es justo”, objetando aquellas leyes que le son contrarias, así como a “expresar nuestras opiniones”.
Tras hacer un llamado a reconocer la libertad que tienen los matrimonios “para traer hijos al mundo y educarlos según sus convicciones”, el Arzobispo señaló que es necesario “reconocer los avances en pro de la dignidad humana, pero también hemos de corregir los graves errores e injusticias que se siguen cometiendo”.
En este aspecto, afirmó que es posible “vivir según el amor” y el “reconocimiento del valor de cada persona”, pero esta dignidad se maltrata “si se atenta contra la vida naciente, si no se protegen el matrimonio y la familia”.
Al referirse a la libertad religiosa, Mons. García-Gasco indicó que sus manifestaciones “nos muestran la alegría de vivir con paz y respeto hacia los demás”. “La religiosidad popular manifiesta el alma y la identidad religiosa de un pueblo”, subrayó.
Finalmente, el Arzobispo de Valencia exhorta a los feligreses a no tener “miedo a ser libres”, pues al contrario, “son de temer quienes nos quieren intimidar para que no ejerzamos nuestra libertad”.
“Nos lo decía Juan Pablo II y nos lo repite Benedicto XVI: No tengáis miedo, abrid las puertas a Cristo, abrid las puertas a la verdadera libertad”, señaló.
http://www.archivalencia.org/